LA VISIÓN DE JANA
Cuando Jana iba camino de su despacho
tropezó con el profesor de la asignatura de comprensión empática del alumno (la
cual no existe en casi ninguna parte del mundo, ya lo explicaremos alguna vez),
al que denominaba Crufala “el lengua” porque creía que siempre
estaba hablando de ella, en realidad su nombre era Facso (parecido a facsímil, - un libro pequeñito que al abrirlo se
veía todas las personas reflejadas como eran realmente en su interior-), de
hecho tenía una visión prodigiosa pues era capaz de distinguir mediante el
áurea que emitía cada persona el grado de maldad, aunque no siempre le
funcionaba.
En ese tropiezo de Jana, la bella, con
Facso, el facsímil, la primera empezó a salir del efecto producido por el
ardiente gas etéreo que le había descargado Ranqua. Al principio no reconoció a
Facso, éste de inmediato se dio cuenta que algo le ocurría, pues al hablarle,
Jana no le contestaba con palabras coherentes, solo decía monosílabos, como,
si, no, yo, tu, eh, etc.….
Facso la acompaño hasta su despacho y la
sentó en su silla, le abrió la ventana, para que el aire le disipara los
efectos del atolondramiento y le preparó en un calentador eléctrico que Jana
tenia al lado del aspirador y otros artilugios que guardaba en un armario, un
brebaje para eliminarle el efecto monosilábico.
Entre el tiempo que pasó desde que Ranqua
le lanzó el gas imperceptible de las pústulas rojas y amoratadas de su vientre
y cuando tomó conciencia de que estaba en su despacho sentada en su silla
después de tomar el brebaje disipador del efecto monosilábico, Jana experimentó
la manifestación de un secreto.
Jana tuvo un sueño revelador de cómo eran
en realidad las tres dominantes, vio que no eran seres humanos, - los pudo ver
sin esa envoltura de humanidad - , sino que eran almas malignas que se habían
introducido en los profesores que se dejaban querer por dichos espíritus y de
esa forma nadie podía distinguirlos del resto de profesores del colegio.
Así Crufala -era la principal de las dominantes-,
era tanto la madre como el padre de los otros dos (Friaca y Ranqua), pues era
hermafrodita, un ente único destinado a hacer el mal por donde pasase, y cada
uno de sus dos dominantitos tenían parte de sus características. Friaca había recibido
de Crufala su maldad hacia los demás y era vengativa hasta la agonía, su cubierta
exterior era exactamente igual, de un color oscuro verdoso como la de un sapo,
(de aquellos gordos que Jana había visto de pequeñas en algunas charcas) y no
soportaba a los niños, sobre todo cuando le contradecían en algo.
Ranqua su descendiente menor, no era
vengativa por ella misma y soportaba algo a los niños, tenia una voz
encantadora para engatusar a los profesores y cuando estos se descuidaban, a la
orden de Crufala les enviaba ese gas etéreo que salía de las costras de su
cuerpo para envolverlos en una nube de indiferencia y olvido mental de todo lo
ocurrido o para atraerlos hacia el lado tenebroso de las dominantes; de hecho,
había un cierto número de profesores que estaban encantados con su forma de
tratar a los niños.
Los profesores hechizados por las
dominantes, no eran conscientes del daño que estaban provocando a los niños que
no les seguían la corriente y a los profesores que todavía no se habían vistos
afectados por la extraña esencia que desprendía las emanaciones de Ranqua.
* * *
* *
Jana le contó la revelación a Facso, y se
plantearon entre ambos averiguar quienes eran los profesores que todavía no
habían padecido los efectos embaucadores de los espíritus etéreos que les
hacían someterse a Crufala, Friaca y Ranqua.
Pensaron que con la ayuda de ellos, y de
los niños, podrían desenmascarar a los tres seres irreconocibles para el resto
del colegio.
EL MISTERIO DEL ASPIRADOR RUIDOSO
Cuando Jana se había recuperado del todo,
Facso le preguntó ¿que era aquello que estaba en lo alto del armario?
Y ella le contestó que era el motivo por
el que le habían atacado las dominantes: un aspirador que no funcionaba. Facso era
profesor de la asignatura de ciencia empática, entre otras cosas, había
inventado un aparato que era capaz de oír los gemidos del interior de los
niños, aunque estos no llorasen con lágrimas, y en ese momento empezó a
parpadear el invento, observaron que al acercarlo al aspirador, la luz que
emitía era cada vez de mayor intensidad. Pero al intentar abrir el aspirador
vieron que no podían, entonces recordaron que había un horno gigante cuya utilidad
nunca se supo y que Jana tenia en un cuartito anexo a su despacho.
Se les ocurrió la inverosímil idea de
meterlo dentro del horno gigante de ondas delegadas (era el nombre del lugar de
donde vino el horno), para intentar desprender la carcasa del aspirador.
Cuando el aspirador llevaba unos minutos
en el “horno”, la puerta se desencajo y reventó, saliendo disparados hacia
fuera trozos del aspirador y una especie de bola donde había algo dentro. El
exterior de la bola tenia aspecto gelatinoso y pegajoso; al tocar Jana la bola,
esta de pronto se abrió y para su sorpresa encontraron dentro un niño que cuando
lo pudieron limpiar de la capa gelatinosa que lo cubría descubrieron que era
Fernando, el niño que vomitó sobre Crufala a comienzo de curso y que los amigos
creían que se había ido a otro colegio.
Fernando apenas podía respirar, pero
estaba vivo, estaba muy delgadito y no había crecido nada durante ese periodo
que estuvo encerrado en la bola gelatinosa que había dentro del aspirador;
cuando recuperó la respiración y el habla, contó lo que le había pasado.
Cuando Friaca me llevó a su cubículo, me
dejó allí sentado en un sofá muy cómodo y creo que me dormí, cuando desperté me
vi rodeado de tres seres extraños y uno de ellos me disparó un gas que me dejo
paralizado y empezaron a hacer un ovillo a mi alrededor con hilos de gelatina
pegajosa hasta que me dieron forma de bola.
Fernando dijo que él lo escuchaba todo,
pero que no podía moverse, cuando terminaron la esfera gelatinosa, alguien
llamó a la puerta y entonces para que no lo descubrieran, lo metieron dentro
del aspirador y ya no recordaba nada más.
Entre los tres intentaron montar el aspirador para
que pareciera que no habían descubierto el secreto de esos seres dominantes y
lo colocaron en el armario donde estaba.
EL FUMIGADOR FULLERO
Cuando Jana intentó averiguar cuantos
profesores estaban abducidos por esos seres, para su sorpresa, observó que no
se podía confiar de casi nadie, pues la mayoría saludaba a Crufala todas las
mañanas de forma muy amistosa, y no podía distinguir unos de otros.
Cuando ya creía que no habría solución
para el problema, aparecieron unas pulgas en algunas aulas del colegio.
Las pulgas, además de picar a los humanos,
era a lo único que le tenían miedo las
dominantes, pues su picadura para ellas era mortal, ya que las desposeía de sus
poderes y tenían que escapar de su envoltura humana.
Rápidamente Friaca llamó y contrató los
servicios de un fumigador, éste le dijo
que necesitaba un fin de semana para eliminar todas las pulgas y que no podía
entrar nadie en el colegio durante todo ese fin de semana pues los productos
químicos para eliminar las pulgas eran muy peligrosos para las personas. Y
quedaron para ese fin de semana.
Friaca le contó a Crufala que el
fumigador se encargaría ese fin de semana de eliminar las pulgas (sus enemigos
más temibles). Esta pensó que ese domingo cuando hubieran terminado de eliminar
esos bichitos tan indeseables que se les metían
por todos los orificios de su
cuerpo y les producían una perdida de su poder
destruyéndoles todas las armas que tenían para anular la mente a los
profesores y niños, y lo que era peor, no les permitía vivir en el planeta al
no poder coger el suficiente oxigeno y nitrógeno para mantener su forma externa
en un cuerpo humano.
Cuando el fumigador llegó el sábado por
la mañana al centro con sus herramientas exterminadoras de pulgas se dio cuenta
que los productos estaban caducados y que posiblemente no harían efecto a las
pulgas, pero a pesar de todo cerró todo el colegio y empezó a trabajar (con sus
mascarillas, etc.), cuando terminó por la noche el único efecto que produjo en
las pulgas es que estas aumentaron en número y en tamaño.
DOMINGO SINIESTRO
Las tres dominantes llegaron a las
puertas del colegio cuando oscurecía, para que nadie pudiera reconocerlas. Las
alarmas no estaban conectadas y de todas maneras ellas sabían los códigos de
seguridad de las mismas.
Entraron con sigilo por la puerta
metálica principal de acceso al centro, y se fueron directamente al control de
llaves; no encendieron ninguna de las luces para que no se viera nada desde el
exterior, allí recogieron una copia de las llaves del despacho de Jana, pues lo
que querían eran llevarse el aspirador y hacerlo desaparecer definitivamente
para que no se destapara su secreto, sin saber que ya estaba descubierto, tanto
por Jana como por Facso.
Cuando iban por el pasillo que comunicaba
con el despacho de Jana, Ranqua notó como por las piernas le iba subiendo algo
que le causaba dolor; sin darse cuenta tropezó y cayó al suelo, ya no se levantó,
pues fue inmediatamente cubierta por un ejercito de pulgas ávidas de la
gelatina interna que tenía Ranqua, no le dio tiempo a chillar pues al caerse se
golpeó la boca contra el suelo. Crufala y Friaca como iban excitadas por entrar
en el despacho de Jana, no advirtieron que Ranqua ya no las seguía.
Las pulgas dieron cuenta de todo el
envoltorio gelatinoso de Ranqua y después las que no murieron al comerse a
Ranqua, se fueron siguiendo el rastro de
las otras dos.
Crufala y Friaca entraron en el despacho
de Jana y encendieron la luz para poder encontrar mejor el aspirador. Abrieron
todos los armarios hasta que lo encontraron. Al husmearlo, para su sorpresa, no
encontraron rastro del niño que habían encapsulado allí dentro. De la embestida
de adrenalina que les dio, se pusieron a castañetear los colmillos, pensando en
eliminar a Jana en cuanto pudieran.
Antes de salir, apagaron las luces y al
abrir la puerta no pudieron ver como se lanzaban sobre ellas el resto de las
pulgas asesinas de dominantes que quedaban en el pasillo, empezaron a gritar de
pánico pues no se esperaban a sus enemigos mas encarnizados de toda la galaxia.
A cada picotazo que les daban las pulgas,
ellas se retorcían de dolor, y cuando una pulga estaba llena del líquido
gelatinoso que le absorbía a Crufala y Friaca, explotaba liberando un ácido
verdoso que les producía unas quemaduras en la piel de las dos dominantes que
todavía se mantenían vivas.
Al caer al suelo fueron limpiadas de toda
la gelatina que tenían en su interior y su caparazón externo fue destrozado por
las quemaduras. Al final las pulgas reventaron de tanto alimento gelatinoso.
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* * * *
* * *
Después de lo ocurrido, Ranqua, Friaca y Crufala
quedaron desprovista de su aspecto terrorífico que conocía Jana la bella y con
la ropa deteriorada de tanto ácido. Como consecuencia del ataque de las pulgas
que había en el colegio, perdieron sus poderes y su capacidad de seducción
sobre los profesores y niños del centro y recuperaron su aspecto humano que
tenían en otro tiempo. No recuperaron el conocimiento hasta el lunes por la
mañana cuando el conserje abrió el centro y encendió las luces.
Uno de los efectos fue la recuperación de su aspecto
humano, pero no tenían las mismas capacidades mentales y no entendían donde estaban
ni quienes eran.
Cuando llegó un equipo del 061 para trasladarlas al
hospital, los médicos les dijeron a los profesores que nunca se recuperarían
para poder trabajar en el colegio.
Los profesores abducidos no se acordaban de todo el
mal que habían hecho a Jana, Facso y otros profesores que no se dejaron
influenciar por los poderes de las dominantes.
EPÍLOGO
La limpieza del colegio fue muy difícil debido a la
gran cantidad de fluido gelatinoso y restos de pulgas ácidas. Durante una
semana estuvo el colegio clausurado para su limpieza y no hubo clase.
Los niños gritaron de alegría y también los
profesores.
Marta y Fernando