DESAPARICIÓN DE FERNANDO
Al día siguiente, cuando comenzaron las clases, no apareció Fernando con su grupo, todos los niños creían que estaba enfermo, nadie vino a preguntar por él al colegio.
Al cabo de unas semanas los amigos apuntaban que Fernando ya no vendría más al colegio, y que se había ido a otro.
Casi nadie sabía lo que le había pasado a Fernando. La persona que con seguridad sabía lo que había ocurrido fue la última que lo vio en el centro y esa fue Friaca, la que se lo llevo volando de la reunión.
Durante esos días una de las limpiadoras comentó que su aspirador no funcionaba y que no podía tragar el polvo, pues al rato empezaba a hacer ruidos extraños y se paraba. No le dio importancia y se dedicó a barrer el suelo como siempre se había hecho, hasta que un técnico viniera a arreglar el aspirador. Y lo guardo en el almacén de material de limpieza.
EL ASPIRADOR RUIDOSO
Un día, no se sabe cómo, apareció el técnico de los aspiradores, le llamaban Pepe “el técnico”, y al intentar abrirlo no pudo, al ponerlo en marcha notó como un ruido parecido al de los niños cuando están muy lejos de su casa e intentan llamar a sus madres, un sonido como muuummmmaaaahhh…., se lo atribuyó a que en el colegio había muchos niños y él era un poco “lento de oídos”. Dijo que ese sonido no era debido a ningún defecto conocido y como ya había pasado la garantía, costaría más la reparación en la tienda, que comprar otro nuevo; a su lado estaba la fiel Friaca que dándole la razón al técnico dijo que lo mejor era dejar el aspirador ruidoso en el almacén hasta que Crufala decidiera que hacer con él.
En ese momento pasaba por el pasillo la bella Jana, odiada por su eterna juventud tanto por Crufala como por Friaca, que iba hacia su despacho de trabajo donde acogía a los padres y madres que estaban preocupados por sus hijos.
Jana tenía dos poderes: uno, el de la eterna juventud, que era envidiado por las dominantes y sus colaboradores, pues cada día que pasaba en la vida de Jana correspondía a seis meses en la existencia de las innombrables dominadoras. El otro poder era el de saber ayudar a todos los niños del colegio; no se sabia cual de los dos era más envidiado.
Un día, no se sabe cómo, apareció el técnico de los aspiradores, le llamaban Pepe “el técnico”, y al intentar abrirlo no pudo, al ponerlo en marcha notó como un ruido parecido al de los niños cuando están muy lejos de su casa e intentan llamar a sus madres, un sonido como muuummmmaaaahhh…., se lo atribuyó a que en el colegio había muchos niños y él era un poco “lento de oídos”. Dijo que ese sonido no era debido a ningún defecto conocido y como ya había pasado la garantía, costaría más la reparación en la tienda, que comprar otro nuevo; a su lado estaba la fiel Friaca que dándole la razón al técnico dijo que lo mejor era dejar el aspirador ruidoso en el almacén hasta que Crufala decidiera que hacer con él.
En ese momento pasaba por el pasillo la bella Jana, odiada por su eterna juventud tanto por Crufala como por Friaca, que iba hacia su despacho de trabajo donde acogía a los padres y madres que estaban preocupados por sus hijos.
Jana tenía dos poderes: uno, el de la eterna juventud, que era envidiado por las dominantes y sus colaboradores, pues cada día que pasaba en la vida de Jana correspondía a seis meses en la existencia de las innombrables dominadoras. El otro poder era el de saber ayudar a todos los niños del colegio; no se sabia cual de los dos era más envidiado.
Cuando Jana vio el aspirador y los colores tan bonitos que tenia, pretendió llevárselo a su despacho y a pesar de los intentos de Friaca de que no valía para nada y que donde mejor estaba era en el almacén, Jana insistió en llevárselo a su despacho, pues a Jana le gustaba llenar su despacho de adornos de todo tipo para que pareciera un lugar más agradable para los niños.
Pepe “el técnico” le dijo que eso no valía para nada, pero que si era para adornar, que por él no había inconveniente. Dicho esto Friaca, salió corriendo en dirección opuesta y con la vena de su cara totalmente deformada, era la famosa vena de la contradicción, pues cuando no se salía con lo que quería, se le inflaba y se ponía de color gris oscuro a punto de reventar, y si esto ocurría, se le deformaba la cara y se le salían los dientes de la boca, por eso, antes de que ocurriera salió corriendo.
* * * * *
Aprovechando esta circunstancia Jana la bella, -más bella de alma que de cuerpo- , ayudada por E.L. (encargada de la limpieza) cogieron entre las dos la caja donde estaba guardado el aspirador y lo arrastraron hasta el despacho de Jana, pues no podían llevarlo a pulso.
El despacho de Jana estaba en la misma planta, pero en el extremo opuesto del de Crufala y sus fieles. La E. L. repetía durante todo el trayecto que con anterioridad a estropearse, el aspirador no era tan pesado y que seria debido a la cantidad de trabajo que había realizado en ese tiempo.
Jana colocó con ayuda de unas becarias a las que ella enseñaba como era su trabajo con los niños, el bonito aspirador en el centro de una mesa de madera con el tablero de color amarillo y de patas metálicas verde, que tenían para las reuniones con niños y padres.
Jana recibió en ese momento una llamada de teléfono de Crufala, para que acudiera a su habitáculo.
Al salir Jana, las becarias intentaron abrirlo para ver como era por dentro, pero no pudieron pues estaba como sellado con un cordón especial que cuando intentaban tocarlo, les proporcionaba una pequeña descarga vibrante y les dejaba una marca roja grisácea en los dedos de las manos, y entonces decidieron colocar el aspirador entre todas, pues era muy pesado, en lo alto de uno de los armarios, y aunque la madera crujió un poco al colocarlo, el armario aguantó.
* * * * *
Cuando Jana la bella entró en el despacho de Crufala y sus fieles (Friaca y Ranqua), vio como se le cerraba la puerta a su espalda y al girar la cabeza vio como Crufala se contorneaba desde el suelo hasta ponerse a la altura de sus pechos y sacando una lengua retorcida y ponzoñosa comenzó a decirle en una lengua extraña, pero que increíblemente Jana comprendía, que quien era ella para llevarse el aspirador sin su permiso, a continuación la llamó lengüetona (posiblemente le estaba hablando en una lengua báltica o letona) y que se iba a enterar a partir de ahora de lo que era “bueno”, si no devolvía el aspirador que se había llevado sin su permiso.
A su espalda, Jana tenía a un lado a Friaca que con la mano derecha se apretujaba la vena de la contradicción que estaba a punto de reventarle y comenzar a derramar el liquido oscuro y tenebroso que tenía en su interior y asintiendo con la cabeza a todo lo que decía su líder, y en el otro extremo del despacho, de pie, estaba Ranqua que a pesar de estar en silencio, estaba preparada por si tenia que intervenir sobre Jana y de hecho intervino, le dirigió un torbellino de gas etéreo que salio del interior de las pústulas de su vientre que hizo que Jana entrará en un estado de semiinconsciencia y no recordara nada de lo ocurrido allí.
Al salir Jana la bella, estaba totalmente etérea y no recordaba que había pasado allí dentro, solo se le quedo en la mente una frase: tengo que devolver el aspirador.
¿Qué revelación tendrá Jana?
¿Le ayudaría alguien del colegio?
¿Descubrirá el secreto del aspirador ruidoso?
Continuara……....…
¿Le ayudaría alguien del colegio?
¿Descubrirá el secreto del aspirador ruidoso?
Continuara……....…